Pancreatitis Aguda


Es una inflamación brusca del páncreas provocada por la activación dentro de él de las enzimas que produce para la digestión. En casos graves, parte del páncreas se destruye en un proceso que se llama necrosis, que produce una reacción inflamatoria generalizada que puede afectar a otros órganos vitales.

Causas

Las dos más frecuentes (80%) son los cálculos en la vesícula biliar (colelitiasis) y el consumo excesivo de alcohol. Los cálculos de la vesícula producen pancreatitis al moverse hacia el conducto biliar y atascar la salida del páncreas hacia el intestino. El alcohol tiene un efecto tóxico directo y también puede producir pancreatitis crónica. Otras causas más raras son ciertos medicamentos, aumento importante de los niveles de grasa en sangre (hipertrigliceridemia), aumento mantenido de calcio en sangre (hipercalcemia), obstrucciones de la salida del conducto del páncreas, golpes en el abdomen, algunas intervenciones quirúrgicas y la realización de una prueba llamada colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). En aproximadamente un 20% de los pacientes no se descubre la causa (pancreatitis aguda idiopática), de los cuales sólo sufren nuevos episodios de pancreatitis un pequeño porcentaje (5%).

Síntomas

Se manifiesta casi siempre como un dolor de abdomen continuo e intenso, localizado principalmente en su parte superior aunque puede ocupar todo el vientre, con frecuencia irradiado a la espalda "en cinturón" y acompañado en la mayor parte de los casos de náuseas y vómitos.

Diagnóstico

Principalmente mediante el análisis de las enzimas pancreáticas en sangre (amilasa o lipasa), que casi siempre están elevadas en la pancreatitis aguda. Otros procesos pueden producir dolor abdominal y aumento de enzimas pancreáticas, y hay pancreatitis agudas que cursan con niveles normales de enzimas pancreáticas, por lo que en algunos casos puede ser necesario realizar una tomografía axial computarizada (TAC o TC) del abdomen, si existe duda. Esta prueba es además la más adecuada para valorar posteriormente el grado de necrosis del páncreas y otras complicaciones a nivel del abdomen. La ecografía del abdomen permite ver si hay cálculos en la vesícula, pero puede no verse bien el páncreas. La resonancia magnética puede ser útil si existe alergia al contraste intravenoso, si hay insuficiencia renal o si se quiere descartar la presencia de un cálculo en el colédoco. La ecografía endoscópica es muy útil para valorar mejor el páncreas y detectar cálculos biliares no vistos con otras pruebas de imagen.

Clasificación

Clasificación de Atlanta: definición de gravedad en la pancreatitis aguda.
  • Pancreatitis aguda leve: disfunción orgánica mínima del páncreas con buena respuesta al tratamiento y recupera- ción sin complicaciones. 
  • Pancreatitis aguda grave: episodio de pancreatitis aguda que cursa con alguna de las siguientes complicaciones: 
    • Fallo orgánico: definido por la existencia de alguna de las siguientes situaciones: 
      • Insuficiencia respiratoria: PaO2 < 60 mmHg. 
      • Insuficiencia renal. Creatinina plasmática > 2 mg/dl. 
      • Shock: presión arterial sistólica < 90 mmHg. 
      • Hemorragia digestiva alta con emisión de > 500 ml de sangre en 24 h. 
    • Complicaciones locales: 
      • Necrosis: tejido pancreático no viable que se asocia con frecuencia a necrosis grasa peripancreática y que en un TC dinámico afecta al menos a un 30% de la glándula. 
      • Seudoquiste: colecciones de jugo pancreático rodeadas por una pared de tejido de granulación o fibroso que se desarrolla como consecuencia de una pancreatitis aguda, pancreatitis crónica o traumatismo pancreático. 
      • Absceso pancreático: colección de pus bien definida intraabdominal, habitualmente en la proximidad del páncreas, conteniendo escasa o nula cantidad de necrosis y que se desarrolla tras una pancreatitis aguda o un traumatismo pancreático.
Tratamiento

No existe un tratamiento específico para la inflamación pancreática. Las principales medidas son no dar alimentos por boca, aportar abundantes líquidos por vena y administrar medicamentos para aliviar el dolor y los vómitos. En los casos leves no suelen ser necesarios más tratamientos y en aproximadamente una semana el paciente se recupera totalmente. Sin embargo, en los casos graves el enfermo necesita una vigilancia estrecha en una unidad de cuidados intensivos, recibiendo otros tratamientos como administración de antibióticos para tratar la infección de la necrosis pancreática y alimentación por una sonda colocada en el intestino a través de la nariz (nutrición enteral) o, si no fuera posible, por vena (nutrición parenteral). En ocasiones se precisa cirugía, en los casos en que la necrosis se infecta, con intención de limpiar lo más posible la zona del páncreas y sus alrededores (necrosectomía). La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) puede ser necesaria para extraer cálculos atascados en el colédoco. Ciertos pseudoquistes también pueden precisar tratamiento, generalmente vaciándolos hacia el estómago o intestino por medio de cirugía o endoscopio.



Bibliografía
  • Sanz de Villalobos, E., & Larrubia Marfil, J. M.. (2010). Acute pancreatitis. Revista Española de Enfermedades Digestivas102(9), 560. Recuperado en 01 de diciembre de 2017, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-01082010000900010&lng=es&tlng=en.

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